Con Contugas, en Perú, capacitamos a las mujeres que administran comedores populares para que desarrollen sus propios emprendimientos. Recicla+ es un ejemplo.
En la localidad de Alto El Molino, ubicada en la provincia de Pisco, todos los días, bajo un espléndido sol peruano, se reúne un grupo de microempresarias lideradas por Rosa Jorges, mujer soñadora, optimista, ambiciosa y llena de esa energía propia de las mujeres más emprendedoras de este país.
En medio del ajetreo de su día a día, y entre ollas, platos y unos comensales que poco a poco empiezan a llenar los ambientes del comedor popular Un Día Mejor, Rosa hace un alto en su labor de atender a más de cien niños de escasos recursos de la zona.
“No solo el aceite reciclado ha pasado por un proceso de transformación para llegar a ser un jabón de uso doméstico. Nosotras, las mujeres de Recicla+, también nos hemos transformado, pues nos convertimos en empresarias llenas de energía”.
Rosa Jorges, emprendedora de Recicla+
Mientras ordena los platos para servir el almuerzo, nos cuenta sobre los logros de su nuevo emprendimiento: “Pensé que iba a ser imposible porque somos de bajos recursos. No teníamos la seguridad de que este proyecto iba a resultar, pero decidimos intentarlo”.
Rosa lidera el emprendimiento Recicla+ junto con otras mujeres que también son socias del comedor. Ella descubrió la necesidad de hacer algo para mejorar la gestión de los desechos. Las noticias en redes sociales acerca de la cantidad de residuos que contaminan las playas de Pisco la animaron a plantear una solución. Entonces decidió darle vida a Recicla+.
Gracias a las capacitaciones que le dimos desde Contugas en panadería, buenas prácticas de manipulación de alimentos, desarrollo personal, gestión administrativa y otros temas vinculados directamente con el comedor, Rosa adquirió herramientas para iniciar su sueño. La empresa le otorgó la instalación gratuita de gas natural para el funcionamiento de su comedor.
Durante una de las visitas de Contugas al comedor, el equipo de mujeres manifestó su interés de formar una pequeña empresa que se caracterizara por su Conciencia Social y tuviera un gran impacto en la región y en el medioambiente.
“Nos capacitaron en plan de negocios y tuvimos buenos profesores. Y lo mejor de todo es la actitud y entrega de los colaboradores de Contugas. Para nosotras fue una bendición grande que hizo posible hacer realidad Recicla+”, dice Rosa.
Diariamente Rosa pedalea su triciclo por los alrededores de Alto El Molino. Entre subidas, bajadas y sorteando baches, va recogiendo el aceite usado de las cocinas de sus vecinos, que antes era desperdiciado. Ahora lo vierte en los baldes que transporta y aprovecha la oportunidad para concientizar a los pobladores sobre el reciclaje.
Hoy Recicla+ es una realidad que viene creciendo. Ya ha instalado cerca de 10 ecopuntos (centros de acopio de aceite de cocina usado y plástico PET) en empresas, restaurantes e instituciones educativas. Además, ha brindado talleres de reciclaje y ha fortalecido la autoestima de sus integrantes.
Al llegar al almacén descarga de su triciclo un balde que contiene el aceite reciclado del día y nos dice: “No pensábamos que íbamos a llegar tan lejos. Hay personas que no confiaron en nosotras, pero seguimos aquí, creyendo, porque lo hacemos para darles un futuro mejor a nuestros hijos. Agradezco a Contugas por darnos esta oportunidad y por ayudarme a realizar este sueño. Nosotras también queremos animar a otras mujeres a perseguir sus sueños”.