Apoyamos iniciativas educativas para los niños de nuestras comunidades
Queremos que nuestra presencia en los territorios lleve progreso y bienestar a las comunidades en las zonas de influencia de nuestros proyectos de energía eléctrica y gas natural. Para ello, fortalecimos nuestro Modelo de Sostenibilidad, con una estrategia de creación de valor compartido, fundamentada en seis programas de inversión social que generan desarrollo económico, social y ambiental, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el respeto por los derechos humanos.
Pusimos en marcha los seis programas (Energía para la Paz, Energía para la Competitividad, Energía para el Bienestar, Energía para Aprender, Conexiones Ancestrales y Energía para la Transformación) en nuestras cuatro regionales: Sur, Centro, Occidente y Norte.
Para garantizar una operación más eficiente de los proyectos que desarrolla el Grupo en todo el país, Transmisión emprendió un proceso de regionalización con un equipo de colaboradores de diversas áreas. Esto le permite a la organización focalizarse en temas prioritarios y fortalecer el relacionamiento genuino en los territorios.
Fundamentamos la creación de valor compartido en una visión de largo plazo y sostenibilidad entre el Grupo y las comunidades, relación que se desarrolla en un marco de beneficio mutuo, fortaleciendo la gestión operativa y de relacionamiento de manera permanente y genuina.
Con nuestra gestión y relacionamiento buscamos que las comunidades perciban en GEB un actor clave y un aliado en su progreso, bienestar y desarrollo. Con ese fin identificamos sus necesidades y las oportunidades para la formulación de proyectos de creación de valor compartido e inversión social.
Identificamos también los actores clave y las comunidades que serán potencialmente beneficiarias en los territorios donde operamos e involucramos a las comunidades en la formulación, desarrollo, seguimiento y monitoreo de los proyectos.
Potenciamos habilidades, recursos y capacidad de gestión para liderar iniciativas que permitan la legitimidad y el desarrollo de los territorios, y generamos alianzas estratégicas locales y nacionales para la formulación de proyectos sostenibles y para su implementación.
En 2020, por la pandemia de Covid-19 implementamos protocolos de bioseguridad para desarrollar los proyectos de forma segura: así protegimos a las comunidades y a nuestros colaboradores y contratistas.
Fue muy retador el fortalecimiento de habilidades en relacionamiento, comunicación virtual efectiva, rendición de cuentas, trabajo en equipo, ejercicios de liderazgo, solución de conflictos y negociación.
Reiniciamos el proceso de consulta previa en Colectora.
Valoramos el impacto que nuestros proyectos de inversión social y valor compartido tienen en la sociedad a través de la metodología SROI y diseñamos un aplicativo para realizar su medición periódica. (Anexos).
Protocolizamos acuerdos con 33 comunidades del proyecto Colectora, dentro del proceso de la consulta previa. Estas se habían suspendido por falta de personal para las consultas en el Ministerio del Interior y por instrucción del Gobierno nacional para frenar el avance de la pandemia.
Hicimos un ejercicio de identificación de necesidades y oportunidades en los territorios para la formulación de nuestra gestión, y como organización creamos una estrategia Covid-19 que implementamos en Transmisión.
Mantuvimos nuestro relacionamiento a través de nuevos canales alternos cuando no fue posible por los tradicionales, y ante las medidas del Gobierno, que determinó que los únicos autorizados para tomar decisiones en los territorios eran los alcaldes, hicimos acercamientos con ellos para explicarles nuestros protocolos de bioseguridad.
Realizamos reuniones con las secretarías de Salud, las alcaldías locales y las juntas comunales, y logramos el aval para ejecutar actividades de campo en los tiempos en que estaba autorizado.
Diseñamos las acciones y los protocolos para que nuestras reuniones, aun en la virtualidad y por múltiples canales alternos, fueran sólidas desde el punto de vista jurídico.
A través de nuestro voluntariado pudimos movilizar a colaboradores y contratistas en actividades de embellecimiento de escuelas, espacios comunitarios y de atención a población vulnerable.
(413-1) Tenemos operaciones con participación de la comunidad local, evaluaciones del impacto y programas de desarrollo (Anexos).
(413-2) Gestionamos nuestros impactos negativos reales o potenciales en nuestras comunidades. (Anexos).
En desarrollo de nuestros seis programas de creación de valor compartido destacamos los siguientes logros:
Este es un programa que contribuye a la construcción de la paz en los territorios empoderando a las comunidades para que sean líderes de su desarrollo, recuperando el tejido y el capital social, fortaleciendo la gestión institucional, generando capacidades y facilitando la recuperación de los territorios. En este programa hemos obtenido los siguientes resultados:
Liberamos 190 kilómetros de minas antipersonal y neutralizamos 28 artefactos explosivos. Realizamos 69 ciclos de capacitación en educación para el riesgo de minas y primeros auxilios, en las que participaron 2.756 personas.
Desarrollamos nueve ciclos de capacitación con 370 soldados del Ejército Nacional en temas de preservación y cuidado del medioambiente.
Entregamos 720 kits pedagógicos de ‘Habilidades para la Paz’ a docentes, guardianes de paz y líderes sociales. Además, construimos bitácoras de formación ajustadas a la Cátedra de Paz. Ambos logros los alcanzamos con la Fundación para la Reconciliación.
Revisamos 417 sitios de torre y accesos, y 46 lugares de uso temporal.
El programa Energía para la Paz nos llenó de orgullo en 2020: quedó en el puesto 12 entre 53 iniciativas que transforman el mundo en el ranking de la revista Fortune, Change the World y fue galardonado en la categoría de Responsabilidad Social Corporativa de los Global Energy Awards, organizados por Standard & Poor’s Global Platts. Además, recibió el reconocimiento del Pacto Global a las buenas prácticas en Desarrollo Sostenible 2020.
Operación de Desminado Militar de nuestro programa Energía para la Paz
Mejora la calidad de vida de las comunidades estimulando el desarrollo económico rural, la asociatividad, la infraestructura para la productividad, la generación de empleo y el fomento del emprendimiento, así:
En las veredas Bache, La Neira y El Milán, del municipio de Santa María (Huila), apoyamos el mejoramiento de condiciones de productividad con la entrega de insumos para el cultivo de café, beneficiando con ello a 81 unidades productivas. Está en ejecución el mejoramiento de 23 marquesinas de secado que benefician a 92 personas en la vereda Beberrecio del municipio de Teruel, Huila.
Están en ejecución los mejoramientos viales en el departamento del Huila, en las veredas Corozal, Diamante, Los Pinos, El Moral, Pijao, Alto Pijao y San Gerardo (municipio de Palermo), en las veredas El Vergel, Santa Lucía y El Censo (municipio de Santa María), veredas Yarumal, Perdernal, Sinaí y Monserrate (municipio de Teruel).
Realizamos mejoramientos viales en Colombia en veredas de los municipios de Santa María, Teruel y Palermo (Huila); Candelaria (Valle del Cauca); Belalcázar, Filadelfia y Pácora (Caldas), y Marsella (Risaralda), que mejoraron la movilidad y la calidad de vida de las comunidades.
Suscribimos el contrato para desarrollar el mejoramiento vial en la vereda La Cumbre, en Villavicencio (Meta, Colombia).
Con los mejoramientos viales beneficiamos a 3.805 habitantes en Valle del Cauca, Huila, Caldas y Risaralda, porque les facilitamos los procesos de transporte y distribución de lo que producen en sus parcelas.
Busca impactar en el bienestar y la calidad de vida de los habitantes de los territorios mediante el mejoramiento de las condiciones habitacionales, de acceso al agua, el fomento y mejoramiento de espacios para la actividad física y uso adecuado del tiempo libre.
Realizamos obras para el mejoramiento del acueducto veredal en beneficio de aproximadamente 190 personas en la vereda de Santa Lucía, municipio de Íquira (Huila).
Desarrollamos mejoramientos habitacionales en 245 viviendas en los municipios Santa María, Palermo, Íquira, Teruel, Agrado (Huila), así como en Planadas (Tolima), que beneficiaron a cerca de 1.400 personas.
Avanzamos en la ejecución del mejoramiento del aula ambiental de la vereda Gualpí, en Teruel (Huila), que beneficia a 252 personas; del espacio deportivo de la vereda Las Mercedes, en Rioblanco (Tolima), que favorece 450 personas, y de casetas de ordeño en la vereda Puerto Tolima, en Planadas (Tolima), que beneficia a 72 personas.
Suscribimos una minuta para fortalecer las actividades de esparcimiento mediante el mejoramiento del parque infantil en la vereda La Feria, municipio de Pradera (Valle del Cauca), y otra para el mejoramiento de parques infantiles y parques biosaludables en los departamentos de Antioquia, Caldas, Meta, Boyacá, Santander y Cundinamarca. En total entregaremos en 2021 ocho parques biosaludables y nueve parques infantiles, con una inversión total de COP 598.756.465.
Reconoce la educación como detonador del desarrollo individual, familiar y colectivo. Busca llevar herramientas y metodologías que contribuyan a aumentar la cobertura y calidad en la educación.
Entregamos en Colombia seis iniciativas de Aulas Solares Interactivas en El Paso y Valledupar (Cesar), Hatonuevo y Villanueva (La Guajira) y en Marsella (Risaralda), en sedes de comunidades indígenas wayú y embera chamí. Este logro fue fruto de la alianza entre el Ministerio de Educación Nacional, GEB y TGI.
Recibimos el Gran Premio Andesco a la Sostenibilidad 2020, que destacó nuestro trabajo con programas como Aulas Solares Interactivas, relacionamiento intercultural con grupos étnicos y el fortalecimiento de la cultura de Seguridad y Salud en el Trabajo (Anexos).
Este programa reconoce la diversidad cultural. Busca apoyar iniciativas que permitan la promoción y recuperación de la memoria histórica cultural, el fortalecimiento de saberes y prácticas, el rescate de la identidad étnica, la preservación y continuidad de tradiciones ancestrales.
Iniciamos un convenio con la Fundación Women Together para apoyar a 30 mujeres artesanas de las comunidades étnicas de Mocoa (Putumayo), asentadas en la zona de influencia del proyecto Renacer, por medio de actividades de empoderamiento, formación y cualificación de sus actividades artesanales para ser potenciadas. En este proyecto en ejecución hemos invertido COP 29.966.280.
Busca proteger el ecosistema y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero fomentando en las comunidades tecnologías eficientes y el acceso a energías limpias y de baja emisión.
Instalamos un sistema de iluminación fotovoltaica en el polideportivo del corregimiento de Herrera, municipio de Rioblanco (Tolima), que beneficia a 2.248 habitantes a la hora de hacer actividades deportivas en el día o en la noche.
Avanzamos en la ejecución de 11 biodigestores en la vereda Potreritos, de Íquira (Huila), que contribuyen al fortalecimiento de las prácticas de sostenibilidad en las actividades diarias, en beneficio de más de 70 personas.
Suscribimos una minuta para desarrollar proyectos de iluminación de espacios públicos en veredas de Amagá, Angelópolis, en Belalcázar, Santa Bárbara (Antioquia); El Tambor, Belalcázar y Riosucio (Caldas); Samaria y Acacías (Meta).
En 2020 invertimos COP 15.735.505 con 2.320 beneficiarios.
Invertimos COP 625.050.993 en proyectos que beneficiaron a 6.106 personas:
Adecuación de la red de acueducto en Lérida (Tolima).
Mejoramiento de vías terciarias en La Tebaida (Quindío).
Mejoramiento de la cancha deportiva de la vereda Purnio, en La Dorada (Caldas).
Mantenimiento de molinos de viento y la construcción de kioskos tradicionales en Manaure (La Guajira).
Construcción de un molino para la comunidad de Guamachito, en Hatonuevo (La Guajira).
Con el apoyo de la Corporación Maloka, el Ministerio de Educación, GEB y la Universidad Antonio Nariño finalizamos cuatro proyectos para la construcción y dotación de aulas interactivas, desarrollo de prototipo de biodigestor y fotorreactor para la producción de biogás en comunidades rurales.
Invertimos COP 1.051 en 9.000 kits escolares que entregamos a la población escolar en los territorios donde tenemos presencia, lo que nos permitió impactar a 11.323 personas y afianzar el relacionamiento con las comunidades académicas.
Con nuestro programa Comedores Cálidda brindamos facilidades para que los 854 comedores de Lima y Callao sigan accediendo al servicio de gas natural. Con este apoyo beneficiamos indirectamente a más de 72.000 personas que dependen de este servicio comunitario para alimentarse diariamente.
Habilitamos el servicio de gas natural en los 1.096 departamentos de la Villa Panamericana, donde opera el Centro de Atención y Aislamiento Temporal para Pacientes de la Covid-19, lo que permitió que más de 3.000 pacientes de la Villa tuvieran una atención más cómoda.
Con nuestro voluntariado Voluntades Cálidda nos aliamos con Techo, PNUD y la Asociación Trabajo Voluntario para movilizar a más de 424 voluntarios e impactar en la vida de 21.168 personas en situación vulnerable.
A través de Financiamiento No Bancario otorgamos créditos a más de 8.740 familias.
Pusimos en marcha el aplicativo Retorno Social de la Inversión para valorar económicamente los impactos y beneficios asociados con nuestras acciones sociales. El resultado es que por cada dólar invertido ofreció un retorno social neto de USD 1,96, con un alcance de 40.885 personas beneficiadas y una inversión de USD 6.882,500.
Invertimos 141.569 soles en el programa Energía Solidaria con la instalación de gas natural a cinco compañías de bomberos, donde laboran 674 personas, para que tengan energía permanente.
En el proyecto Escuelas Afectivas, junto con IPAE (Instituto Peruano de Administración de Empresas), nos adaptamos (de manera virtual y digital) para continuar con su implementación, que dura cinco años (2019-2023) y beneficia a 700 alumnos, 350 familias y 30 docentes de las zonas más necesitadas de nuestra concesión.
Junto con la Cámara de Comercio de Ica pusimos en marcha la planta de oxígeno San Vicente de Paul en el predio de Electro Dunas, para brindar oxígeno a los hospitales, clínicas y familias de la región afectados por la Covid-19.
A través de la ONG Caritas, llevamos canastas de víveres y elementos de desinfección a más de 500 familias de escasos recursos de la región de Ica.
Impactamos 10.385 personas con la implementación de programas de infraestructura vial y construcción de espacios públicos. Ver Anexo.
Tenemos el reto de construir alianzas con las comunidades y los gobiernos locales, entendiendo sus prioridades frente a la nueva realidad.
Innovar en la manera como nos comunicamos con nuestros grupos de interés en esta nueva virtualidad y buscar nuevas oportunidades para generar impacto en las comunidades.
Desarrollar las actividades pese a las restricciones en campo por la pandemia.
Tratar de satisfacer las necesidades básicas de las comunidades balanceando el corto y mediano plazo.
Implementar las actividades propias de la gestión social, conforme a lo establecido en el Plan de Gestión Social, procedimiento de reasentamiento, Manual para la ejecución de proyectos de creación de valor compartido, Protocolo de Relacionamiento, Manual de relacionamiento intercultural y anexo HSE.
Avanzar en la transición hacia la creación de valor compartido para construir iniciativas con las comunidades que sean articuladas y que generen verdaderas oportunidades de progreso, bienestar y desarrollo.
Finalizar la implementación y realizar el seguimiento a los planes de uso de los proyectos de creación de valor compartido e inversión social en la Regional Sur; culminar la fase de identificación y priorización en la Regional Centro; implementar las iniciativas contratadas en la Regional Occidente.
Acordar con las comunidades de la Regional Norte proyectos que tengan impacto en su desarrollo y que resulten de un entendimiento mutuo de las prioridades, intereses y necesidades de cada uno.