Los beneficios de la diversidad en juntas directivas

 


Por: Iván Daniel Abaunza
Asesor Dirección de Asuntos Corporativos GEB

 

En la actualidad, la Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) en los órganos directivos de las compañías ha pasado a ser un tema relevante, por el interés que despierta en los accionistas, empleados y demás grupos de interés. El entorno exige, cada vez más, que las Juntas Directivas, Directorios o Consejos de Administración estén compuestas por individuos con diferentes antecedentes, experiencias, habilidades, perspectivas profesionales, siendo los factores relevantes el género, la raza, la etnia, edad, entre otros.

 

Sin embargo, más que una tendencia o una reforma a realizar por presiones externas, la DEI de la Junta Directiva constituye una oportunidad para mejorar la toma de decisiones de las compañías, asegurando que las mismas sean analizadas desde diferentes perspectivas, permitiendo que desde el seno de la compañía existan herramientas para identificar de forma más efectiva las oportunidades y riesgos propios de un entorno diverso y cambiante. Herramientas con las que no cuentan aquellas juntas con una conformación homogénea.  

 

Es decir, la DEI está directamente ligada a la capacidad de una empresa para responder a los retos del entorno y a su capacidad de reinventarse y proyectarse efectivamente dentro de él. Si la empresa no es relevante para su entorno o si, por ejemplo, no es sostenible, no solo deja de ser competitiva, sino que pone en riesgo su supervivencia a futuro. Esto es particularmente relevante en un sector como el energético, que se enfrenta al reto de la transición energética y a un entorno que clama por cambios de la industria hacia la sostenibilidad. 

 

Al respecto, existe cada vez mayor evidencia de la importancia de la diversidad en la toma de decisiones empresariales y a continuación, exploraremos algunos de los beneficios clave de tener una Junta Directiva diversa:

 

1.    Mayor variedad de perspectivas: Una Junta Directiva diversa trae consigo una amplia gama de perspectivas y enfoques. Los miembros de Junta con diferentes antecedentes y experiencias pueden ofrecer ideas frescas que enriquecen el proceso de toma de decisiones y fomenta un debate saludable al interior de la Junta. Esta diversidad de perspectivas puede ayudar a identificar oportunidades ocultas, desafiar el pensamiento convencional, fomentar la innovación dentro de la organización y permite evaluar los riesgos y las oportunidades desde diferentes ángulos. 

 

2.    Correlación con mayores retornos financieros: En el reporte realizado por McKinsey ‘Diversity Matters’ evidencian que las Juntas Directivas con mayor diversidad tienden a mostrar retornos financieros por encima de los promedios de sus respectivas industrias. Por su parte, Aequales afirma en su caso de estudio que si se garantiza la presencia de mujeres en el 30% de los puestos directivos “podría implicar una mejora en el ROA (Return On Assets) de un 24,6%”. Estos resultados sugieren que la variedad en perspectivas puede traer una ventaja competitiva para las compañías con mayor diversidad.

 

3.    Representación de los diferentes grupos de interés: Una Junta Directiva diversa refleja mejor a los diferentes grupos de interés o stakeholders de una organización. Esto puede incluir representación de género, diversidad étnica, edad, experiencia internacional, conocimientos en áreas específicas, entre otros. Al tener una representación más amplia de estos stakeholders, la Junta Directiva puede tener una comprensión más completa de sus necesidades, intereses y preocupaciones, y tomar decisiones que sean de beneficio mutuo para la compañía y los diferentes grupos de interés que interactúan cotidianamente con ella, así como ser más exitosas a la hora de atraer y retener talento.

 

4.    Mejora de la reputación y la imagen de la empresa: Contar con una Junta Directiva diversa también puede tener un impacto positivo en la reputación y la imagen de la empresa y del posicionamiento de su marca. Las organizaciones que promueven la diversidad y la inclusión suelen ser vistas como organizaciones éticas y socialmente responsables que lideran el cambio. Esto puede generar una mayor confianza y lealtad por parte de los clientes, empleados y otros stakeholders, lo que a su vez puede tener un impacto favorable en el desempeño y el éxito empresarial.

 

En resumen, la diversidad en las Juntas Directivas, lejos de ser un tema de moda o una imposición de agentes externos, representa una oportunidad para la compañía, al brindar una ventaja competitiva dentro de su mercado y manifestarse en diversos beneficios, incluyendo la oportunidad de mejorar sus rendimientos financieros y el posicionamiento en el mercado. 

 

Desde luego, se requiere una actitud decidida y comprometida para implementar la DEI dentro de los órganos de gobierno corporativo en contextos conservadores o reticentes al cambio, pero la evidencia invita a las empresas a apostarle a la Diversidad, Equidad e Inclusión por ser un mecanismo para obtener mejores resultados, y un pilar estratégico que permite mantener la relevancia de la empresa y, en últimas, que su futuro resulte más prometedor para ella y todos aquellos que la rodean.


 

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