Fotografías: Edwin Iquique / Conecta.
- La frase es de Karina Meza, del área de Control y Soporte de Proyectos de Conecta, filial del GEB en Guatemala. Ella hace parte del grupo de 38 mujeres que trabaja en la compañía. Sus otras frases favoritas son: ‘lo imposible no existe’ y ‘romper paradigmas’. Esta es su historia.
La primera vez que tuvo la oportunidad de trabajar en el desarrollo de proyectos, Karina Meza Folgar se encontró con una barrera: algunos de los compañeros que esperaban con ella el turno para implementar un Sistema de Información Gerencial le hicieron saber que ellos –en su mayoría hombres– tenían prioridad por llevar más tiempo en la empresa. Recalcándole, además, que por ser nueva y mujer quedaba de segunda en la fila.
“En ese momento mi mentor me recomendó manejarlo sin herir susceptibilidades, sin hacer alarde. Una de mis lecciones de vida fue ser humilde, respetuosa con los demás y agradecer las oportunidades”, recuerda Karina de esa primera experiencia laboral, ocurrida cuando tenía 23 años.
Hoy, 15 años después, ella está encargada del Control y Soporte de Proyectos en Conecta, filial del Grupo Energía Bogotá (GEB), empresa pionera en la prestación del servicio de transmisión de energía eléctrica en Guatemala.
En su camino laboral, y hasta personal, la frase “romper paradigmas” ha sido una constante para esta guatemalteca. La trae desde casa y la descubrió con un hermano que aún con una limitación auditiva, ha logrado superarse. Para ella, “lo imposible no existe” y en su familia aprendió que los logros serían fruto del esfuerzo que realizara.
Desde muy pequeña se visualizó trabajando fuera de Guatemala, formándose constantemente y lo logró: ha ejecutado proyectos en Centroamérica, Suramérica, el Caribe, México y Turquía.
El conocimiento es poder
Desde muy pequeña Karina disfrutaba leer y aprender. “Necesitaba comprender y conocer de todo un poco”, comenta. Cuando llegó el momento de elegir una carrera universitaria se decidió por administración de empresas.
Luego llegó esa primera experiencia en el desarrollo de proyectos dentro de un área que en ese momento era ocupada mayormente por hombres: sistemas. Poco grata, quizá, al principio, pero de ella pudo rescatar lo que le inculcaron en casa: a agradecer.
Con el paso de los años la complejidad de los proyectos aumentó, al igual que su experiencia: primero fue Centroamérica, después el Caribe y luego Suramérica. Estar fuera de Guatemala le enseñó a no rendirse.
Durante esos años de trabajo recuerda con emoción haber conocido a su segunda mentora, “una sicóloga inglesa, experta en sistemas, una mujer inspiradora. Su fuerte era estar informada, no dejaba de aprender y sabía gestionar el cambio”.
Por el desarrollo de Guatemala
Siempre ha sido autodidacta y aprovechó las oportunidades de formación continua. De ahí que hoy sea la primera mujer certificada PMI (Project Management Professional) de Guatemala, título que le abrió las puertas para un trabajo en la fusión de una empresa petrolera en Turquía y otros proyectos en empresas globales.
Karina reconoce que la naturaleza de los proyectos es compleja y que justamente por eso disfruta su trabajo. “Me encantan los retos”, subraya.
De Conecta, a la que se vinculó en 2021, valora que sus jefes y colegas estiman el aporte de cada colaborador en las distintas áreas. “Cada uno tiene un don y talento que hace crecer la compañía. Me gusta trabajar para esta empresa porque aporta al desarrollo de Guatemala y contribuye a mejorar la calidad de vida de las personas”, concluye.
Por: Equipo de Comunicaciones Conecta