- Gabo, el cardenal guajiro.
Especie endémica de la Guajira, que habita sus cardonales; un ave de apenas 19 centímetros, con expectativa de vida de cinco a 15 años, y que por sus condiciones autóctonas tiene requerimientos de hábitat específicos, vinculados a necesidades muy particulares de lo que necesita para vivir, relacionadas con la cultura. Desde historias ancestrales de las comunidades indígenas, sobre su color rojo teñido otorgado por la laguna Wotkasainru en la alta guajira.
Lamentablemente en el año 2017 ingresó a la categoría de Vulnerabilidad, en el listado de las especies silvestres amenazadas de la diversidad biológica colombiana, principalmente por ser susceptible a la captura para el tráfico ilegal de fauna silvestre.
- Rosalía, la flamenca rosada.
Especie insignia de la región norte del país, el flamenco rosado del caribe que es un ave de gran tamaño, con una altura hasta de un metro y medio, que puede vivir más de 40 años. Es una especie que le gusta viajar a los lugares donde tiene mayor oferta de alimento y tranquilidad, por lo que migra desde Venezuela hasta los humedales marino – costeros en Colombia, donde disfruta de humedales poco profundos y con mucho alimento.
Prefiere volar en horas de oscuridad para optimizar su esfuerzo de migración, y durante el día prefiere pasar las horas comiendo y vocalizando con sus amigos flamencos. La especie en Colombia padece el tráfico ilegal y altos niveles de perturbación, por lo que -desde 2017- figura en la categoría En Peligro, lo que demuestra la difícil situación que vive en el territorio nacional, por las pocas áreas a donde ahora puede llegar, y el estado de conservación de las mismas.
- Profe Andi.
También conocido como oso de anteojo; único oso verdadero que vive en América del Sur, en la cordillera de los Andes. En Colombia lo encontramos principalmente en la cordillera central y su huella dactilar son las manchas en su cara, que son únicas para cada individuo. Pesa hasta 180 kilogramos y llega a medir dos metros. Es un animal diurno, que descansa en la noche -de 7 p.m. a 4 a.m., y construye nidos en los árboles o el piso.
Se alimenta principalmente de frutas de muchas especies, aunque en su dieta también incluye insectos, pájaros y mamíferos pequeños. Incluso tiende a cazar crías de ganado ya que debido a la disminución de su hábitat, por ganadería, agricultura y deforestación, así como la disminución de sus presas naturales, se ha visto obligado a atacar presas fáciles como los terneros y esto ha provocado llegar a ser atacado e incluso cazado por la comunidad, en conflictos oso-ganado.
Es solitario, algo asustadizo a pesar de su tamaño, posiblemente debido a la histórica caza de la que ha sido presa. Actualmente es una especie que goza de reconocimiento internacional y se está convirtiendo una de las especies objetivo para el turismo de naturaleza y científico en el país. En Colombia, solo el 23% de su hábitat está protegido.
- Abuela Danta, la danta de páramo.
Esta danta es la más pequeña de las cinco especies de dantas en el mundo y es la única que vive en las montañas. Habita en la cordillera de los Andes, desde los 2.000 hasta los 4.000 msnm, en Colombia, Ecuador y Perú. Pesa hasta 260 kilogramos y alcanza a medir 90 cm. Tiene cuatro dedos en las manos y tres dedos en las patas.
Esta especie históricamente ha sido cazada por su carne, para la alimentación, sobre todo por comunidades indígenas; es tímida y pasiva, algo amigable, lo que la hace presa fácil incluso para los ataques de perros ferales.
- Coco, el mono nocturno.
Conocido como el mono nocturno de cara clara, por su máscara facial blanca. Es endémica de Colombia, pero se extiende desde Venezuela hasta Ecuador. Este pequeño primate, que pesa entre 800 g. y 1,5 kg., tiene pelaje esponjoso de color marrón o gris y cola larga gruesa.
Su cuerpo ágil y compacto les permite moverse con destreza en su hábitat natural; en el día duerme y en la noche sale a comer y hacer sus actividades. Sus grandes ojos redondos están bien adaptados para la visión nocturna. Y su dieta es variada, incluyendo frutas, hojas, insectos y néctar, lo que refleja su papel importante en el ecosistema, como dispersores de semillas y polinizadores.
- Luna, la Tigrilla lanuda.Este pequeño felino habita desde los 600 hasta los 4.300 msnm. Conocido como gato de monte, porque es del tamaño de un gato doméstico, que pesa entre 4 y 6 kg., y es bastante territorial, una especie fascinante, ágil e independiente. Famoso por su carácter evasivo y su inteligencia, lo que además le ha permitido sobrevivir a las amenazas que tiene en los bosques, como lo son los perros ferales y la pérdida de hábitat.
Su comportamiento solitario y juguetón lo distingue entre los felinos, lo que también refleja su adaptabilidad a los cambios en su entorno. Catalogado como especie sombrilla, porque además de ser muy exigente desempeña un papel crucial en su ecosistema, manteniendo el equilibrio de las poblaciones de presas. Su dieta carnívora es bastante variada, lo que le permite aprovechar diferentes fuentes de alimento y ser más adaptable a los cambios en su entorno.
A pesar de ser el felino más pequeño, tiene un rango de acción de hasta 17 km². Prefiere áreas húmedas, como pantanos y bosques tropicales, aunque su adaptabilidad le permite sobrevivir en diferentes tipos de hábitats. Sin embargo, su estado de vulnerabilidad (VU) resalta la importancia de conservar su entorno para asegurar su supervivencia en el futuro.
Conoce a las ‘Mascotas Enlaza’, una campaña de sensibilización sobre especies en riesgo destacando el compromiso del GEB con la biodiversidad en Colombia.