En el suroccidente del departamento del Tolima, en el corregimiento de Herrera, más exactamente en Rioblanco, hay un álbum vivo lleno de postales de exuberante belleza: el Parque Natural Regional Páramo del Meridiano We’pe Wala.
Entre sus inconmensurables montañas, sus 12 lagunas y cientos de miles de frailejones milenarios nacen decenas de ríos y se teje un invaluable corredor biológico entre los parques naturales nacionales Las Hermosas y el Nevado del Huila. También es un sitio sagrado dentro de la concepción cosmogónica de la comunidad indígena nasa.
En parte de ese lugar, el Grupo Energía Bogotá utiliza accesos existentes para la construcción del proyecto de transmisión de energía eléctrica Tesalia-Alférez, que servirá para asegurar la confiabilidad del suministro de este servicio público en Huila, Tolima y Valle del Cauca.
“Y lo estamos haciendo conscientes de la complejidad ambiental de todo el sector y bajo los lineamientos de nuestra Política de Sostenibilidad y de nuestro principal atributo cultural, Primero la Vida. Como en todos nuestros proyectos, ejecutamos acciones para proteger los ecosistemas, siendo absolutamente responsables con el medioambiente”, afirma Alejandro Giraldo Castañeda, gerente ambiental de Transmisión del Grupo Energía Bogotá.
Un ejemplo de esas medidas es la construcción de 1,1 kilómetros de pasarelas ambientales elevadas en algunos accesos existentes dentro del parque We’pe Wala (“Casa Grande” en nasa), estructuras en madera que evitan el pisoteo y la alteración del área de acceso a los sitios donde construimos las torres. Entre ellas, la 263, cerca de 4.150 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Otra de las acciones establecidas para prevenir, mitigar y controlar los impactos ecológicos es el empleo de los accesos y senderos de uso histórico del pueblo nasa, que utiliza el páramo como corredor para llegar al Valle del Cauca. Estos tramos fueron señalizados y delimitados.
También, apunta Giraldo Castañeda, con expertos de diferentes áreas y con el apoyo de miembros del resguardo nasa Las Mercedes, hicimos un estudio de capacidad de carga del terreno para determinar la cantidad máxima de personas que pueden hacer uso de los caminos existentes sin provocar alteraciones irreversibles al entorno natural.
“Paralelamente se ha logrado rescatar, trasladar y reubicar individuos de frailejones, los cuales se encontraban en los senderos y podían verse afectados por el tránsito de la comunidad, el personal y el desarrollo del proyecto”, comenta Giraldo Castañeda, quien agrega que también instalaron teleféricos fuera del área del parque natural, en las zonas más escarpadas, para subir y bajar materiales y herramientas sin afectar el entorno.
Estas acciones son complementadas con actividades para ahuyentar la fauna en sitios fuera del área del parque natural y con capacitaciones a todos los colaboradores que deben transitar por los accesos o ejecutar trabajos en zonas de páramo sobre la importancia de estos ecosistemas, su cuidado y los servicios ambientales que prestan.